Reflexionando... por culpa de la (i)lógica aritmética

Ya ha llegado la jornada electoral y ayer no me dio tiempo para reflexionar. Chorche nos cuenta cosas interesantes sobre por dónde puede andar la reflexión, pero la verdad es que hasta que mañana no me ponga delante de la urna -si es que me pongo- no sabré con certeza qué papeleta entrará... Y es que hay muchos factores en juego... ¿Qué hay que poner por encima, la ideología, la ilógica aritmética o el jubilar dinosaurios? Habrá pactos, eso está claro, pero ¿jugamos a matizar? ¿obligamos a los vencedores a pactar con unos o con otros? Los resultados de las encuestas andaban apretados hasta que se publicó la última...

No me creo la monserga esa de la fiesta de la democracia. La fiesta esa será el día en el que los ciudadanos verdaderamente podamos participar en los asuntos públicos de una forma más directa que la actual. Tenemos que tener claro que vamos a votar, pero también tenemos que tener claro que nuestro voto no debe ser un cheque en blanco para que los políticos hagan lo que quieran y sólo nos escuchen durante la campaña electoral de 2011.

Pese a todo, mantengo la esperanza y creo que mañana será un día grande. Sólo hace falta que jubilemos a los dinosaurios, que ya va siendo hora. Pasado hablaremos de pactos y dejaremos la ilógica aritmética por la lógica aritmética, ya que por fin tendremos la encuesta definitiva y podremos especular... al menos, con resultados reales.