Summertime
Hoy es uno de los días más fríos del invierno. Y la verdad es que se lo tienen ganado todos esos que iban por ahí vociferando "pues este invierno no ha hecho frío". ¡Toma frío, gañanazo! Y entonces, cuando los osos nos metemos en nuestra cueva a hibernar es cuando, en el letargo de la habitación desordenada y con la cama sin hacer, vienen los recuerdos del verano.
Hablaba hace un momento con Alber de las largas noches de invierno que acaban en el amanecer junto a la tienda de campaña, acompañado de cultura, de recuerdos, de sentimientos, o simplemente, compartiendo un poto lleno de "agua" del valle en concreto en el que te hayes, con su color rojo, y sus cigarritos de compartir...
Cuando esto te viene a la mente, al recuerdo, entre mares de libros y hojas de folio, unas escritas y otras por escribir, es entonces cuando merece la pena esperar a que pase el invierno, aletargado, en tu madriguera, con tus libros, tus cosas que hacer, tu mantita y tu buen café.
Escuchando.- Fito & Fitipaldis - Por la boca vive el pez
1 comentario
Alber -
¡Qué largos son los días desde que no te he visto! ¡Qué negras las estrellas, qué oscuro cielo el mar! La Luna no les grita y llora un viento frío que a mis pies devora, y no les deja andar. La noche estara abierta cuando yo pienso y digo que Canfranc será el vacío que me invite a soñar.
Y estando lejos de aquí, perdidas dos mil ganas de hablar con la luz serena, guardaremos fotos y recuerdos dentro de un saco, con sueños de arena. No vivirá la razón que al escapar liberó esos momentos que empapan mis piernas, al lanzarse rápido de mis ojos, con el color de una flor que se apena, por no decir cuanto te echo de menos, mientras mis manos peinan tu cabeza.