Jóvenes y droga

Hace unas semanas, en Callejeros, de cuatroº, hablaban de raves y de las rutas en las que algunos jóvenes pasan los fines de semana consumiendo todo tipo de drogas.  Y no, no voy a hacer el típico alegato "las drogas son malas", "todos los jóvenes son/somos unos degenerados", "poco a poco te acabarán matando",...

Hace unas semanas estuve en unas jornadas sobre adolescentes en las que dí mi opinión al respecto de las campañas de sensibilización contra el consumo de drogas, en concreto, de esta:

Se alejan de la realidad de nuestros jóvenes y adolescentes y no tienen una función preventiva, básicamente, porque no parten de la realidad ni de la mirada de los adolescentes, que son los destinatarios principales de la prevención.  Parten de una mirada adulta, basada en valores adultos y, por lo tanto, no son extrapolables a los adolescentes, que además, no ven nunca cercano ni factible tener un problema sanitario en relación con el consumo de drogas.  Ellos son jóvenes, y sienten que la juventud les va a durar para siempre.

Los técnicos del Ministerio de Sanidad no son tontos, y esto lo saben...  ¿No será que, realmente estos spots no van dirigidos a los adolescentes, sino que son meramente estrategias publicitarias de cara a los padres preocupados por sus hijos?  En ese caso, el Ministerio sí que llega a los adultos, porque utiliza su mismo código y escala de valores.  Y la sensación que les queda a los adultos es que sí que realmente el Ministerio está haciendo su labor de prevención, pero en realidad, está patinando porque no utiliza los valores de los adolescentes.

La mejor arma para la prevención es la educación, desde lo formal y lo no formal, el trabajo de la autoestima y la solución de todos los problemas sociales asociados a la adolescencia y la juventud.  Hay que recordar que los adolescentes no son otra cosa que adultos en pequeñito y que viven en la misma sociedad, con las mismas características y problemáticas.  Quizá entonces comprendamos por qué sucede esto: