De Forges a la realidad

Hemos perdido el culo por estar formados, por ser mega-profesionales en nuestros campos, por atesorar títulos por doquier. Nos vendemos al mejor postor, y pretendemos que nos valoren en los procesos de selección de personal por los complementos de formación. Hay quienes se pegan la década dorada de los 20 años haciendo post-grados, másters y demás tonterías, al nada desdeñable precio de 1200 euros cada uno (los más baratos).

Y cuando te has pegado más años con la carpeta que con la maza en la mano, llegas al fin al mercado laboral y te plantas, en la oficina de Recursos Humanos de cualquier empresa (si no es en la del INAEM) y esperas a que te ofrezcan el trabajo de tu vida. Quinientos euros al mes por cuatro horas, y al Gobierno se le llena la boca, la tasa de paro baja.

Llegas a casa, contento con tu primera nómina. No te llega. Te conviertes en un pluriempleado. Nos llaman los mileuristas, pero tenemos que alargar nuestras jornadas para poder llegar a los mil euros y casarnos para poder pagar una hipoteca. Ni te cuento si quieres tener hijos...

Y luego la economía crece, somos Europa (no nos podemos quejar),... Algún día de estos nos hartaremos (espero) y entonces el Gobierno tendrá un problema (o cinco millones de problemas).