Transamérica
Transamérica es una de esas cintas que no deja impasible a quien la ve, una mezcla de ternura y guiños a la vida. No es fácil, y menos en Estados Unidos, tocar el tema de la transexualidad sin caer en los tópicos, y Transamérica, lo consigue con una sencillez digna de elogiar. La historia fluve a través de una road movie en la que Toby -que se considera sin familia- va descubriendo, poco a poco, quién es Bree, esa mujer tan misteriosa que se le ha presentado como miembro de una Iglesia y le ha pagado la fianza que le ha liberado de la cárcel.
Bree no es otra cosa que su padre, una mujer encerrada en el cuerpo de un hombre, pero que, en una de esas noches universitarias que tod@s hemos tenido alguna vez, deja embarazada a una amiga. El film no narra otra cosa que el descubrimiento, poco a poco, de la realidad cotidiana de Bree por su hijo, con el halo de las dificultades que presenta el hecho de ser transexual y la aceptación, tanto de la sociedad como de la familia.
Una cinta imprescindible para conocer y valorar las realidades del conjunto del colectivo LGBT.
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