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Rincón Olvidado

Siempre en estado de espera (Standby II)

Siempre en estado de espera (Standby II)

Estoy en un bar del que no importa el nombre. Sólo que hay una abuelilla que sonríe hablando con el camarero y se sienta a esperar su café. Estoy acompañado, pero después de este verano me encuentro solo.

Vivo en una ciudad de setecientos mil habitantes y me encuentro en la más absoluta soledad, sin nada que hacer, sin objetivos ni a corto ni a medio plazo, sin horizontes hermosos a los que mirar.

Sabía que volver a Zaragoza significaba enfrentarme con esto, con volver a ver a esas abuelas en sus últimos días, en la soledad de la gente mayor, y sentirme identificado con ellas.

Se tomá el café y, cojeando, se encamina al servicio. Mientras se va echa una servilleta a un cenicero de una mesa cercana. Un chaval que no llegará a los 30 se le queda mirando. Está leyendo algo que parece un informe, trajeado, nervioso, aplastando en el cenicero, al igual que yo, un cigarrillo tras otro.

Esto es lo que trae Zaragoza, compañía anónima en la más absoluta soledad; sentirse rodeado de gente y creerte como una de las estrellas perdidas del cielo, un grano de arroz en una paella dispuesto a convertirse en nada en el estómago, devorado por el sistema.

La abuela sale del servicio y conversa con otra mesa en la que hay un hombre mayor acompañado de tres mujeres de mediana edad. Parece feliz con sus nuevos amigos, vuelve a la mesa y se sienta para darle fin a su café.

La Sexta emite otra de las muchas cabeceras de series compradas en el rastro y que se suceden una tras otra con el volumen apagado mientras Green Day o cualquier otro grupo que da al bar un toque juvenil y progre pese a su ambiente yuppie e impropio del barrio, suena por los altavoces. Se nota el verano, pero ya no estoy en él y este paréntesis, compartimiento estanco, se queda aquí, sin continuidad, ni con las personas, ni con los hechos, ni con las ilusiones, ni con la vida.

La ciudad... ¿no era el lugar de las oportunidades?

1 comentario

diego -

¿Que es la soledad?, es un sentimiento subjetivo e ireal (en tu caso), que no lleva a ningun sitio, más que a una tristeza absuda.

Las ilusiones y proyectos tambien tienen derecho a vacaciones, y a hacerse las remolonas, en septiembre volveran de su periodo estibal y volveran a estar latentes.

El cambiar de ambientes y de ritmos siempre es dificil y cuesta, y es directamente proporcional al tiempo que se ha estado fuera, es decir que a mas tiempo fuera de tu realidad cotidiana mas cuesta adptarse a esta, solo es cuestion de esperar y de poner un poco de tu parte.

Salú!

P.D. Si te aburres mucho, ya sabes que te puedo buscar un monton de cosas que hacer :-P