La Expo, la Harinera, los Jóvenes,...
Que la Expo iba a reducir el peso de otras inversiones se sabía, que el Ayuntamiento no tiene interés en que la harinera de San José se convierta en un equipamiento juvenil, también. Pero la excusa de la Expo les ha venido al dedillo. Los jóvenes zaragozanos necesitamos equipamientos como el comer, sea para un centro artístico, una biblioteca tecnológica o cualquier otro centro innovador que permita el desarrollo de nuestras expresiones, inquietudes y nos abra las puertas a la participación.
Aunque he mantenido en algunas ocasiones que la Harinera, en concreto, debe ser un equipamiento de ciudad, pero quizá no un centro artístico, sino un equipamiento que preste apoyo a la participación y al asociacionismo juvenil, pienso que el proyecto era y es necesario y que perder un equipamiento de estas características o retrasar su puesta en marcha por culpa de la Expo es una desfachatez más de la larga lista que nos trae a los ciudadanos zaragozanos la muestra internacional.
Es necesario que los jóvenes zaragozanos exijamos a las administraciones un poco más de respeto y seriedad. Nos merecemos políticas activas y transversales que apoyen a nuestro colectivo y que nos permitan expresar nuestras inquietudes. Actitudes como éstas demuestran el poco interés municipal hacia estos temas y demuestran que a nuestros munícipes sólo les interesa la Expo. Y es que, día a día vemos que el presupuesto municipal se dedica en mucha más cuantía a la Expo que a otros asuntos sociales, como veníamos advirtiendo algunos sedicionistas.
Bien habrá que recordar, además, que el actual organigrama del Ayuntamiento no contempla específicamente juventud como un área de gestión diferenciada, sino que se encuentra enmarcada en la Delegación de Acción Social y del Mayor, dependiente directamente de la Tenencia de Alcaldía de Presidencia. Toda una declaración de intenciones en sí misma: en esta legislatura, lo que nos interesa es la Ley de Dependencia, lo demás, nos da igual. Cuatro años negros que nos esperan a los jóvenes. Y lo de la Harinera, me temo, es sólo la punta del iceberg.
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