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Rincón Olvidado

El encierro

El encierro

Un mes sin publicar es mucho tiempo. Y creo que el Blog Stop ya ha llegado a su fin. Con razón dije en su día, que más temprano que tarde, volvería a afilar el lápiz y a cargar tintas en este proyecto que va camino del segundo año de vida.

Hoy estaba ojeando el Cipaj de Noviembre y me he encontrado la fotografía que acompaña a estas líneas y que ya había salido publicada con anterioridad en el mismo medio. Creo que el que está con la guitarra, al lado de Martica -la chica que toca la guitarra-, tocando soy yo. Está claro que el que está con el djembé es Isaac y que, quien le acompaña es María "la fata".

Primero de carrera es primero de carrera. Sí, se recuerda con cariño. Hoy, seis años después, ver esta fotografía a uno le hace recordar muchos momentos. El primero, el día que se inmortalizó aquel momento. Era un encierro en apoyo de una profesora que iban a echar a la calle por ser psicóloga para contratar a otro profesor, enchufado, sociólogo, que no tenía tantos conocimientos de Trabajo Social como ella. Y la verdad es que sí que recuerdo a la profesora, también con cariño, en sus farragosas clases de Modelos de Intervención.

Hoy, de los que aparecemos en esa foto, no tengo contacto con ninguno, aunque sí con otros compañeros de la carrera, que en ese mismo momento estaban haciendo un submarino en el ascensor. Hoy, trabajan de responsables de varios proyectos con adolescentes en situación de riesgo. Sí, la verdad es que el tiempo pasa con demasiada celeridad.

Yo, por fin, después de un par de meses sabáticos, trabajando en esa gran empresa que llaman paro, he conseguido de nuevo empleo, y me sumo al grueso de compañeros de clase que trabajan con adolescentes. Pese a que no sean los mejores sueldos, pese a que no tengamos enmarcado en nuestros despachos el título que tantos sudores nos costó -y la verdad es que ni falta que nos hace-, al fin hemos conseguido levantar cabeza y trabajar en lo que nos hace crecer como personas, día a día. Porque en una relación socioeducativa como las que establecemos, quien sale ganando no sólo es el educador. Muchas veces el educador también es educando y el educando también es educador.

Como en aquellos días de 2001, en los que éramos educandos y educadores de nosotros mismos. Pero de la asignatura más importante: la vida. Porque, si una cosa está clara, es que la universidad no nos preparó para ejercer ninguna profesión, sino que nos preparó para ser personas y ciudadanos. Nada más. O, al menos, eso pasaba en Estudios Sociales.

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