Las dos caras de la misma moneda
Muchos asuntos tienen dos caras, una dulce y otra ruda. Y no es en vano que en el vídeo y en este asunto, la cara dulce quede para la adolescencia,... Es lo mismo que piensas también cuando te independizas. Tener tu propia casa, tus fiestas, tu propiedad sobre el mando de la televisión y la posibilidad de quedarte en Internet hasta las 3 de la madrugada sin que nadie te diga nada.
La otra cara de la moneda no son los trabajos de casa, eso es un el que algo quiere, algo le cuesta. La otra cara de la moneda es el valerte por ti mismo, el asumir la responsabilidad de ser autosuficiente, el dejar el bienestar de sentirte protegido por un hogar que se diluye en la simple idea de subir tres calles.
Pero es que uno piensa que ya tiene edad de volar solo y debe asumir ciertas cosas. El tiempo se echa encima y las decisiones es mejor tomarlas rápidamente, no darles vueltas y vueltas para finalmente no hacer nada por el simple hecho de haber pensado veinte mil contras y sólo un pro.
Ahora o nunca, ¿seguro?
3 comentarios
Céline -
Bisouuuuus!
Albertico -
Hacer una filosofada sobre esto.... lo tuyo no es normal!
Diego -