Por decir algo...
Hay veces en las que uno tiene muchas cosas que contar sobre su vida, pero no lo hace; se calla. Intenta disfrutar uno sólo de lo que pasa y saborear cada momento, cada palabra, cada mirada y cada gesto. No pensar, sino dejar que las cosas fluyan por si solas y disfrutar de ellas tal y como son, sin rayarse por estúpidos planteamientos sobre lo que la sociedad espera, lo que está bien o está mal, sobre lo que uno debería (maldita palabra) hacer en cada situación.
El fin de semana ha sido largo y lleno de cosas que hacer. Desde el mismo viernes hasta el domingo se han sucedido los compromisos, que si el Consejo de la Juventud con su concierto, que si el curro y la visita al Centro Hípico, que si el traslado de materiales de JuveLino y mil monsergas más. Sin embargo, hubo un punto de inflexión en este fin de semana que me va a hacer recordarlo durante tiempo. Y, como decía al principio, simplemente, no se trata de un elemento más a la espesa lista de intentonas. No lo quiero ver así, lo que quiero es verlo como algo que sucedió y que hizo que todo fluyera, en un espacio-tiempo determinado, en el que todos los elementos de la vida en general y de la mía en particular estaban en armonía y tenían su por qué y su relación.
Encaro pues la recta final de abril con mucha ilusión, porque ha llegado la primavera y porque por fin veo la luz al final del túnel al que me he referido en todos estos meses. El perro del hortelano desapareció de mi vida, al fin, que ya era hora, y no es que tenga algún tipo de rencor. Simplemente, la culpa no es suya, sino mía, porque he visto las cosas con demasiadas ideas preconcebidas y con muchas presiones. Simplemente, el truco está en dejar que las cosas pasen. Y no es quitarles la importancia y hacerlas porque sí, sino no obsesionarte en lo que tú quieres de ellas, porque la vida, muchas veces, es saber adaptarte a lo que todos queremos. Y así ha sido este fin de semana, al menos, desde el punto de inflexión.
Escuchando.- Lista de reproducción combinada de Deluxe, Beyoncé y Coldplay.
=====
Hoy he vuelto al manantial de las aguas prohibidas,
ya no me importa mojarme,
ya no me importa mojarme,....
Y aun es pronto para ver si fue un sueño pasajero,
si lo echaremos de menos,
si lo echaremos de menos,...
Tendremos que esperar y curarnos las heridas,
que no quiero tropezar,
que no quiero tropezar,
Tendremos que esperar.
Deluxe - Tendremos que esperar
0 comentarios