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Rincón Olvidado

Realidades sociales en torno a la infancia, la adolescencia y la adopción

Realidades sociales en torno a la infancia, la adolescencia y la adopción

A principios de mes vi en casa de Irene una de las películas de culto de la historia del cine -Rebelde sin Causa , con James Dean-, aunque a mi me pareciese de lo más normalita y chapucera.

La historia es que hoy, por diversas cuestiones, he recordado el papel paternal de Jimmy (James Dean) ante Platón (Sal Mineo), y he recordado todas y cada una de las desgracias que recorrieron la vida del personaje.

Hace unos días, participé en unas jornadas sobre adolescencia que se organizaron en Zaragoh!za, en las que uno de los ponentes -que ostentaba la responsabilidad de Familia y Menores de la Generalitat de Catalunya- hablaba sobre los adolescentes, y afirmaba que los que suelen desarrollar conductas entendidas como problemáticas por la sociedad son tanto los que se encuentran por lo bajo como los que se encuentran por lo alto.

Y es que, problemático es quien no ha tenido unos padres que les guíen, que sólo se han preocupado económicamente de ellos, que no han acompañado el crecimiento de sus hijos. Y no sólo eso, sino que además, como se ve en el film, éstos suelen acabar peor que aquellos que se conocen como inadaptados, los de los niveles socioeconómicos bajos, que son los que acaban viviendo historias más positivas, o al menos, sobreviviendo y siendo felices a su manera.

El lunes fue el Día Universal de los Derechos del Niño y de la Niña, y la verdad es que la fecha pasó inadvertida. Nadie abrió la boca más de lo habitual y, una fecha marcada por la ONU, volvió a ser ignorada como cualquier otra.

En concreto, el niño tiene derecho a la protección, a la identidad, a la integración, a la educación, a ser el primero en recibir protección y socorro, a la protección contra la explotación, la crueldad y el abandono, a la protección contra la discriminación y al amor y la comprensión, especialmente al afecto y a la seguridad moral y material.

Aquí puedo dejar otro debate abierto, en el que también implico a Irene. Y es que la semana pasada, merendando con ella en una bocatería de Independance, escuchamos las palabras de una trabajadora de la judicadura, en las cuales afirmaba que los "tarados" (refiriéndose a los homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales) no deberían poder adoptar. Y no sólo eso, sino que además se quejaba de que no podía ejercer la objeción de conciencia.

Pues bien, hace unos meses conocí un caso de una niña emigrada desde un orfanato de un país del este, adoptada por una familia española, de la que recibió malos tratos, quitándosele posteriormente la custodia a la familia y pasando a ser tutelada por el Gobierno en un centro de acogida.

¿Es mejor que las niñas y los niños reciban el amor de la forma en la que se recibió en este último caso, o la de un centro de acogida, educándose por profesionales, que de la forma en el que se pueda recibir dentro de una familia, entendiendo el concepto de familia ampliamente, con las modificaciones que se han introducido en los últimos tiempos en relación a los llamados nuevos modelos de familia?

¿Es un derecho del niño ser adoptado por personas LGBT? Yo pienso que sí.

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