Muerte y vida
La fotografía está tomada con la cámara inclinada, queriendo resaltar dos figuras, una de ellas en el extremo inferior derecho y la otra en el superior izquierdo. Ambas figuras se encuentran enclavadas desde su base en el mismo terreno montañoso, que se presenta verde, pero es casi típico de la estepa zaragozana, pese a su repoblación con pinos, que se aprecia en figuras verdosas en forma de pequeños árboles en cada bancal.
Los bancales son irregulares y se adaptan a las abruptas formas de la montaña, que se une al cielo formando una diagonal que no divide la imagen en dos, sino que la montaña ocupa entre la mitad y la tercera parte de la imagen. Es necesario volver a recordar que la cámara tomó la imagen inclinada.
El cielo está blanco, pero no cubierto de nubes, sino de una leve bruma que pocas horas después levantó, dejando paso a los radiantes rayos del sol que iluminaron la estampa y la dotaron de colores más vivos.
La figura superior izquierda es un aerogenerador, con tres aspas y una cabeza alargada. Está mirando a la izquierda de la imagen, lo que hace pensar que el aire provenía del otro lado de la montaña y éste se encontraba resguardado del mismo. Por eso, las ramas de la figura inferior derecha, un árbol muerto y ennegrecido, no se mueven.
El árbol representa la muerte. La muerte de la naturaleza y de su significación frente a la figura superior izquierda, que acapara toda la atención colorística de la imagen, con un color más vivo incluso que el del blanco cielo y el apagado verde del monte.
El aerogenerador representa la vida. La vida de un Ser Humano que la ha adaptado en el medio rural a nuevas formas de explotación económica. No juzgo si buenas o malas, ni siquiera juzgo si son sostenibles o no. Simplemente, otras formas de vida en el medio rural.
La muerte de la madera del árbol ennegrecido, frente a la vida del metal del aerogenerador.
Foto tomada el viernes, 14 de abril de 2006, a las 11:56, en el término municipal de Grisel (Tarazona y el Moncayo).
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