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Rincón Olvidado

Culebrón universitario (3)

He vuelto a madrugar y a las diez estaba como un reloj en la puerta del despacho. ¡Tachán! Absolutamente nadie. Se me había olvidado -supongo que por la práctica ya- que hoy era el primer día de clase y que, por lo tanto, la innombrable debería estar dando clase, así que bajo a mirar al aula y tampoco había nadie (era el primer día, of course). Entonces es cuando empiezo a dar vueltas por la facultad, de aquí para allá. Me encuentro con Elena de nuevo. Me dice que su hermana empieza filología hispánica. ¡Qué suerte que no es trabajo social!, pienso. No va a tener que aguantar a los profesores contra los que sólo un pequeño grupo de elegidos estamos inmunizados.

Por segunda vez subo al despacho y, mientras bajo las escaleras, me vuelvo a encontrar a Jony, con quien vuelvo a pasar media mañana buscando a la innombrable y comentando sus jugadas. Salgo fuera. Mientras me tomo un café con hielo en vaso de plástico sentado junto al estanquecillo me viene a saludar Álex, mi acampadete, que ha empezado primero de trabajo social (no sabe lo que le espera). Como ha dicho Jony, es preocupante esto de que dos generaciones, las de monitores y acampados, se encuentren en la universidad.

- Hoy empiezo - me ha dicho él.
- Yo acabo hoy - iluso de mí, le he respondido.

Al final, a las once, aparece en su tutoría, y le entrego el proyecto. Esperaba que mirara las cuatro cosillas que me había encargado y me aprobase, pero cuál es mi sorpresa, cuando me dice:

- Pásate mañana.
- ¡¿Mañanaaa?! (como si no tuviera cosas que hacer).
- Sí, mañana. Mira lo que tengo que corregir.

Un taquillo de nada tenía, así que me salgo fuera y me cago en todo. Mañana quinto día consecutivo bajando a la escuela. Espero que al menos sirva para algo, porque si no me va a dar un mal. Resulta que voy más ahora a la universidad que cuando tenía clase...

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