Realidades en torno al 'mileurismo'
La semana pasada, hablaba con mi amigo Cuki acerca del término 'mileurista' y llegué a la conclusión de que los medios de comunicación no reflejaban realidades por debajo de los mil euros porque estaban dirigidos -y esto es verdad- a un público mayoritariamente urbano y de clase media, que cobra aproximadamente esa cifra y que el resto de intelectualillos de bario que cobramos menos, por mucho que leamos El País y escuchemos las emisoras "progrecillas" del grupo Prisa, estaríamos avocados a no identificarnos nunca con lo que dijeran los medios.
No, no soy mileurista, y me siento orgulloso de no serlo. Es cierto que vivo con mis padres, pero hoy en día, ser mileurista para mí es casi un sueño. Ver una nómina de tres ceros me haría sentir justamente pagado aunque no fuera así. Por eso, todas las veces que se habla en televisión de mileuristas como pobrecillos chavales que no tienen futuro, yo me pregunto: ¿Y los que estamos por debajo de los mil, qué? ¿No existimos? ¿Qué pasa con nosotros? ¿Somos la infraclase que proclamaban los sociólogos?
Y héte aquí, que ayer, domingo, El País Semanal, publicaba un artículo titulado... ¡Ojalá ganara mil euros! [¡Dios Santo, la infraclase en los medios voceros del Gobierno!]. Algunas realidades:
- Ignacio Prat, 37 años, bachiller, parado, 750 euros al mes de prestación por desempleo.
- Irma Beneras, licenciada en Ciencias de la Información, española de origen ecuatoriano, 872 euros al mes.
- Salomón Aguado, 29 años, diplomado en ciencias empresariales y licenciado en ciencias actuariales y financieras, premio nacional fin de carrera al mejor expediente académico, 995 euros al mes.
- Marina Molina (en la foto), 19 años, graduado escolar, cajera de supermercado, 541 euros al mes.
- Carmen Sánchez, licenciada en filolofía hispánica, 40 horas semanales, 820 euros al mes.
- Sheila García, 23 años, licenciada en psicología, 576 euros al mes.
- Marcos Pita, doctor en química e investigador, 962 euros al mes.
Vamos, todo un ejemplo de la infraclase... Como, por ejemplo, podría ser yo, contratado mediante una subvención concedida por el Gobierno de Aragón para la CREACIÓN DE EMPLEO con un salario inferior a los mil euros (si estuviera contratado a tiempo completo, estando a parcial, imaginad...). Claro, luego el Gobierno de Aragón dirá que ha creado chopocientos puestos de trabajo y el paro bajará hasta los niveles estructuralmente sostenibles. ¡Así también maquillo yo las cifras, señores!
* La fotografía proviene de EP[S] y está sometida, por lo tanto, al copyright de El País y no a la licencia Creative Commons de este web. Para más información, consultar www.elpais.com
3 comentarios
Diego -
:-P
Miss Buñuel -
Diego -
En fin quizás un día el salario base de este país sean mil euros, mientras tanto habra que pluriemplearse, vivir con los padres, conformarse o luchar por una mejora salarial.