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Rincón Olvidado

Personal

El día de Año Nuevo

El día de Año Nuevo

Uno espera muchas cosas del día de Año Nuevo. Sobre todo, al despedir el año con la última uva dentro de la boca y brindar. Ese rito pagano tan sagrado de despedir un año con la esperanza de que el siguiente será mejor o, al menos más emocionante. Pero con la desilusión de la primera noche frustrada, uno no sabe si es que el destino le está jugando una mala pasada.

Esta mañana, al despertar, me he encontrado de bruces con un año nuevo y la sensación de haber dejado incompleto el anterior, con la sensación de haber entrado en 2008 como si fuese un mero apéndice de 2007, un sin sentido acompañado de un sueño en el que nuestra tradición judeo-cristiana me hacía rechazar el placer que se posa en un instante por el dolor que dura para siempre. Una disyuntiva que Wilde ya se hacía hace un par de siglos.

Y ante la sensación de haber pasado tan sólo unos segundos desde la obra de Wilde, he buscado las causas. Y es que siento, en el fondo, que los mejores años de nuestra vida están pasando y que la chispa de la vida cada vez se convierte inevitablemente en una continua resaca de tópicos y monotonía. Quizá por eso, buscaba anoche la respuesta a muchas preguntas bebiendo de la botella de champán, esperando que en el fondo, tras las burbujas de purpurina dorada estuviese esa respuesta escrita en el fondo en lápices de colores.

Sí, era yo ese que caminaba anoche con esa botella en la mano por Tenor Fleta, animando a la gente a matar a Fluvi (Kill Fluvi!). Ese mismo que al mediodía, con más horas soñando que de sueño, ha sido consciente de que es uno de enero y se ha deshecho de los calendarios de 2007 con la sensación de haberlos tirado inacabados.

No ha sido hasta la tarde cuando, recordando lo de anoche, alguien me ha comentado que había experimentado la misma sensación que yo he tenido esta mañana al levantarme y saludar al 2008. Y entonces han sido unos versos de los Celtas Cortos los que me han recorrido la memoria: "Hoy no queda casi nadie de los de antes, y los que hay, han cambiado".

Más tarde me he encontrado con un vídeo en YouTube que me ha abierto los ojos y me ha ayudado, sobre todo, a valorar las pequeñas cosas de anoche. Y es que la Nochevieja ya no son los fuegos artificiales que eran antes, ni tampoco esa noche mágica e ilusionante. De hecho, llevo una semana esperando a que acabe la Navidad porque no le encuentro ningún sentido. Quiero compartir este vídeo con vosotros como felicitación de Año Nuevo. Porque, al fin y al cabo, la Nochevieja no es más que la esperanza de que el nuevo año sea mejor.

Escuchando.- Amaral - El día de Año Nuevo.

¡FELIZ AÑO NUEVO! ¡MATAD A FLUVI!

Hace un año en Rincón Olvidado.- Propósitos de año nuevo (y 3) y Amig@s invisibles.

¡Viva! ¡He ganado 30 euros!

¡Viva! ¡He ganado 30 euros!

El gordo, 06.381Muy repartido, eso sí.  Entre otros sitios, en Alcañiz.  Y yo que jugaba el 14.781.  6 euros al euro por las dos últimas cifras del Gordo.  Total, 30 euros, ya que sólo jugaba una participación de 5 euros...

Quien se ha pegado tres horas y pico en directo ha sido Chorche, que ha retransmitido el sorteo en su web.  Total: nada.  El 00420 no ha conseguido nada y la incógnita de sus despertares a las cuatro y veinte minutos de la madrugada queda todavía sin resolver.

Jugué 64,10 euros y he ganado 30.  Lo cual quiere decir que he recuperado el 46,80% de la inversión realizada.  He perdido 36,10 euros en lotería, es decir, una noche de farra...  ¿Por qué si todos los años pasa lo mismo seguimos jugando?

Cena de empresa

Anoche hubo cena de empresa...

Cena de empresa

Cuajo de cabra gratinado con lágrima de frambuesa sobre una gruesa capa de fiesta de verduras acompañado de cuajo dulce envuelto en finas tiras de pork con ramita de hinojo y txirimiri de piñones.

Precio de la cena: 36€.  ¡Total! 

Pacto entre caballeros

Hoy, en el café, el chavalín™ y un servidor hemos hecho los primeros preparativos para nochevieja con un frustrado pacto entre caballeros:

Pacto entre caballeros

Otra vez será

Al final, nada. Nos vamos a quedar con las ganas de ver nevar en Zaragoh2no!za. Que toque en un sitio o en otro son cosas del azar. Pero las condiciones para ello estaban ahí... De todas las maneras, aún estamos en alerta (amarilla ya). Pero, incluso Chorche en Purnas ya ha perdido la esperanza. En algunos lugares, y no muy lejanos, la nevada ha sido fuerte:

Titular del 20 minutos

¡Chuparos esa!

Los que decíais que no iba a nevar:

Situación de las carreteras

Nacional 2 cortada en El Frasno y Calatayud. Cadenas en Monrepós y circulación dificultosa en Fuendejalón, Gallur, Magallón y Malanquilla. Mirad las horas: subiendo desde Teruel... ¡Se acerca! ¡Se acerca!

¡Qué ganga, Eva Berlanga! (esperando la nevada)

Lo que ayer era un nivel amarillo hoy es un nivel naranja. Estamos esperando la nevada. Y no es una parida mía, como decían ayer. Hasta el Hay Untamiento se ha puesto manos a la obra con sus 60 toneladas de sal y su quitanieves. Eva Berlanga ya lo ha dicho hoy en Aragón Noticias. Tres días llevo dicíendolo yo y ella se ha esperado a hoy, cuando era inevitable la nevada y poco arriesgado dar esa información. Así también yo soy meteorólogo... ¡Qué ganga, Eva Berlanga!

Recordemos una imagen de nevadas anteriores en la capital (en concreto, el pasado 20 de marzo) para ver lo que puede pasar mañana por la mañana:

Nevada en San José

Y sin embargo, sequía. Ya me dirán cómo vamos a garantizar el consumo de agua de Gran Scala.

Tediosa tarde de domingo

Tediosa tarde de domingo

Domingo, resaca, tedio, fútbol. Comida con los amigos en un restaurante barato del barrio. De los de las películas de Landa y Esteso. Tema de conversación, Gran Scala. Dos a favor, tres en contra. Diego fue el otro día al Consejo de Ciudad representando a JuveLino con una camiseta de Expo No. Allué, la concejala, se puso justo delante de él para taparlo en la foto. Risas.

Reunión, coca-cola (no estaba el cuerpo para birras) y tumbada frente a la tele. Camera cafe y Aída. Y muchos anuncios. Desde que descargo las series por internet ya no sé lo que son los anuncios. Me joden más que de crío. El pobre Fidel es la viva imagen del adolescente marica: está enamorado de su colega, pero él anda siempre detrás de las chicas y le ha convertido en su confidente. Historias familiares. El 65% de los maricas que han salido del armario en la escuela sufren violencia. El 31% de los varones escolares se cambiarían de sitio si supiesen que su compañero de pupitre es gay. Sólo un 10% de las chicas. Mañana lo contará el Público.

Me levanto, bebo agua. Tengo sed. Es lo que tiene la resaca. Pero en los ríos urbanos hay más cocaína que ibuprofeno. Tranquilos, habría que beber 100.000 litros para notar los efectos. Pero también llevan éxtasis, antibióticos, antinflamatorios y otros medicamentos como el Prozac. Fabulosa mezcla. Quizá, por eso, cada día estamos más locos. A nadie se le escapa que lo peor de las drogas es mezclarlas.

Oigo a Xisca en La Transversal. El único programa que mola de la radio oficial ejpanyola. Se hace de noche. Ayer dije en la radio que mañana podría nevar porque llevamos unos días de frío y había perturbaciones por el sur. Se me rieron. Hoy lo he vuelto a comentar, me han dicho que eran idas de pinza mías. Lástima que horas después, el INM ha dado alerta amarilla por nieve con espesores de hasta 4 centímetros en el Valle del Ebro. Eva Berlanga, por supuesto y como siempre, no ha dicho nada.

Acaba el día.

Hace un año en Rincón Olvidado.- No es justo.

Honestidad brutal

Yo también he ganado un vuelo de Público. Bueno, uno no, dos. Dos ida y vuelta. Para mí que esto está trucado y tocan todos.

Hay un tema del que me gustaría hablar desde hace tiempo, pero no me apetece. Lo dejaré para más adelante, seguro. Al fin y al cabo cada día soy más esto y me doy más asco a mí mismo. Me he vuelto un cultureta, quizá sea el folk. Habrá que volver al trabajador inmigrante para deshacer el hechizo. O quizá volver a mirar hacia América, aunque sepa que nunca la voy a ver. Al menos desde aquí.

Odio a Calamaro tanto como a Carlos Goñi. Lo digo por lo de la Honestidad brutal. No es casual.

Tengo consejos y lotería para un rato. ¡Puta Navidad!

Hace un año en Rincón Olvidado.- Algunas realidades en torno a la prisión y Papás y Mamás.

PS: Al menos he vaciado mis marcadores del zorrico.

Corcaigh a tiro de piedra

Corcaigh a tiro de piedra

Sí, señores.  En menos de 48 horas voy a estar en Corcaigh, en Cork City, Ireland Republic,...  Y la verdad es que aún no me he hecho a la idea.  Sigo aquí, en Zaragoh2no!za, en un prolongado post-pilar en el que todavía no he vuelto a trabajar.  Por eso, Corcaigh va a ser para mi un punto y a parte en este momento de mi vida.

¡Alla voy Corcaigh!  ¡Preparen las Guiness y los tréboles!

El encierro

El encierro

Un mes sin publicar es mucho tiempo. Y creo que el Blog Stop ya ha llegado a su fin. Con razón dije en su día, que más temprano que tarde, volvería a afilar el lápiz y a cargar tintas en este proyecto que va camino del segundo año de vida.

Hoy estaba ojeando el Cipaj de Noviembre y me he encontrado la fotografía que acompaña a estas líneas y que ya había salido publicada con anterioridad en el mismo medio. Creo que el que está con la guitarra, al lado de Martica -la chica que toca la guitarra-, tocando soy yo. Está claro que el que está con el djembé es Isaac y que, quien le acompaña es María "la fata".

Primero de carrera es primero de carrera. Sí, se recuerda con cariño. Hoy, seis años después, ver esta fotografía a uno le hace recordar muchos momentos. El primero, el día que se inmortalizó aquel momento. Era un encierro en apoyo de una profesora que iban a echar a la calle por ser psicóloga para contratar a otro profesor, enchufado, sociólogo, que no tenía tantos conocimientos de Trabajo Social como ella. Y la verdad es que sí que recuerdo a la profesora, también con cariño, en sus farragosas clases de Modelos de Intervención.

Hoy, de los que aparecemos en esa foto, no tengo contacto con ninguno, aunque sí con otros compañeros de la carrera, que en ese mismo momento estaban haciendo un submarino en el ascensor. Hoy, trabajan de responsables de varios proyectos con adolescentes en situación de riesgo. Sí, la verdad es que el tiempo pasa con demasiada celeridad.

Yo, por fin, después de un par de meses sabáticos, trabajando en esa gran empresa que llaman paro, he conseguido de nuevo empleo, y me sumo al grueso de compañeros de clase que trabajan con adolescentes. Pese a que no sean los mejores sueldos, pese a que no tengamos enmarcado en nuestros despachos el título que tantos sudores nos costó -y la verdad es que ni falta que nos hace-, al fin hemos conseguido levantar cabeza y trabajar en lo que nos hace crecer como personas, día a día. Porque en una relación socioeducativa como las que establecemos, quien sale ganando no sólo es el educador. Muchas veces el educador también es educando y el educando también es educador.

Como en aquellos días de 2001, en los que éramos educandos y educadores de nosotros mismos. Pero de la asignatura más importante: la vida. Porque, si una cosa está clara, es que la universidad no nos preparó para ejercer ninguna profesión, sino que nos preparó para ser personas y ciudadanos. Nada más. O, al menos, eso pasaba en Estudios Sociales.

Giro a la derecha a 100 metros

Giro a la derecha a 100 metros

Muchas veces las cosas se plantean de una forma y luego la realidad hace que surjan mil caminos, un cruce en el que tú sólo eres copiloto, en el que no tienes poder de elegir. Las cosas salen al revés de como pensabas que iban a salir y las noches se hacen madrugadas sin que salga la luna.

Plantear la vida es similar: te pones unos objetivos y luego todo se tuerce. Toda tu vida puede cambiar de un día para otro y convertirse en algo completamente diferente a lo que pensabas. Todo es inestable.

Una vez, una amiga, hablando de sus miedos en una convivencia, dijo que se sentía rara, como si estuviese segura de tener su vida entre sus manos y, poco a poco, se iba desprendiendo y cayendo al suelo y, con su fragilidad de porcelana, rompiéndose en añicos... Entonces no le entendía, hoy sí.

Escuchando.- Algora - Querido hombre cebolla.
Hace un año en Rincón Olvidado.- Alatriste.

Zombie

Zombie

Septiembre ya, el tiempo pasa inexorable en el reloj, con la misma rapidez que los recuerdos pasan por la mente. Porque el tiempo es sólo eso, recuerdos. Recuerdos que se meten en las entrañas y todo lo cubren. Recuerdos que borran el presente y lo reducen a un fracaso más en la barra de un bar, de una txozna de fiestas o de una puñalada trapera por la espalda, de esas que duelen hasta lo más profundo, en esas mismas entrañas protegidas por el recuerdo. ¡Cómo puede haber gente tan hipócrita!

Zaragoh2no!za es cada vez menos mía. Cada vez me siento más extraño en mi propio barrio, me siento extraño entre mis amigos y me siento extraño también en el autobús, viendo pasar gente acurrucado en el asiento. Sí, hoy soy un extraño en búsqueda de lo propio, una marioneta del mismo sistema que me hace buscar otra parada de autobús para consumir cerca de ella.

Nunca pensé que un verano podía hacer replantearme tantas cosas, podía hacerme visitar todos los rincones olvidados del fracaso y hacer saltar por los aires, con la incongruente rotundidad del recuerdo, todas y cada una de las vidas y relaciones construidas. Nunca pensé que iba a sentirme un extraño en mi propia vida. Pero hoy, con el septiembre del recuerdo y la apasionada lucha en la terrible búsqueda de un cotidiano salvajemente hecho especial, ando cada vez más perdido en un mar de sueños, en un continuo Sobrarbe de emociones y en una marabunta de palabras entrecortadas que, minuto a minuto, el cierzo se encarga de levantar y hacerlas volar lejos, allá a donde no se pueden coger con la mano, allá donde la vista no alcanza, allá donde todo no es sino una valerosa utopía a la que le faltan cojones.

Allá donde el cierzo pose mis palabras. Quizá ese sea mi sitio.

Abuztua...

Abuztua...

Hay muchas caras que, aunque no hayas visto nunca, son caras familiares.  Amélie Poulain lo sabía bien y se paseaba por los fotomatones de todo París, pero a estas alturas no estamos para cuentos estúpidos.  No lo estamos cuando estamos colmados por todos los lados de orgasmos de dolor.  Amélie ya se preguntaba cuántos orgasmos puede haber en un mismo momento.  Y yo simplemente pienso que una gran parte de esos orgasmos serán dolorosos.

Porque, aunque Wilde dijese lo contrario, el placer que se posa en un instante no podrá jamás sustituir al dolor que dura para siempre.  Por mucho artista que haya de por medio.

El arte sólo es sublimación, nada más.  No soy muy freudiano, pero en este caso la pulsión sexual es dolorosa.  Tan dolorosa como para tener que sublimarla.  Y uno la sublima y la lleva al mundo del arte, de la palabra.  O simplemente, al mundo de la cerveza, que debería ser entendida como el octavo arte.

Existen muchos motivos en esta vida para querer tumbarse en una cama y no levantarse nunca, para introducirse en el mundo de los cuentos y no salir nunca, para jugar con el más pequeño de tus primos a ser marineros de un barco que nos lleva a muy-muy-lejano, o para jugar con el mayor de tus primos en una interminable partida de Wii.

Y, como en un juego de rol, los puntos de ataque siempre superan a los de defensa, y cuando todo es hostil, te lías a cañonazos contra los mosquitos, o contra lo que se te pase por encima.  Nunca más habrá barcos a muy-muy-lejano ni partidas de Wii, ni remotas estaciones de metro tras las que se esconde la ignorancia convertida en esperanza, o al menos un orgasmo, aunque sea doloroso, como la mayoría.  Nunca más las habrá porque a uno le han puesto los pies en la tierra sin que nadie se lo haya pedido.  Nunca más habrá esperanzas ciegas, ni sublimaciones espontáneas.

Porque vamos a empezar a llamar a las cosas por su nombre.  Al cabrón empezaremos a llamarle cabrón y no pobrecito despistado amoroso.  Al imbécil empezaremos a llamarle imbécil y no pobrecito que no tiene otro remedio.  Porque detrás del despiste y del remedio está la tabla de acero que traga una y otra vez la misma historia. 

El final del verano

Pues sí. Ya estoy en Zaragoh2no!za. Después de esta semana en Madrid (¡gracias, Karlox&Asun y To, por permitirme gorronear en vuestras casas!), unos días en Grisel y el campamento de Albarracín, ya se ha acabado el verano. Y eso que el año pasado pensaba que el verano acababa con los Pilares. La verdad es que éste también ha sido un verano de muchas emociones, no sólo por los Campamentos, sino también por las cosas que han pasado. Emociones buenas, y emociones malas, pero en armonía y, sobre todo, construyendo un futuro invernal a corto plazo, del que todavía no hay seguridad alguna.

Este año mi cumpleaños (¡y van 24, dejaré de cumplir en breve!) ha sido extraño, quizá mejor que otros años, por eso de pasar casi inadvertido y no darme cuenta de que me hago un año más viejo... En fin, que me pongo melancólico, que con lo del final del verano, hay suficiente para los kleenex:

¡Besitos blogolectores!

Lo de dentro

Lo de dentro

Madrid es grande.  Grande de cojones.  Llevo tres días en esta ciudad y la odisea va poco a poco superándose.  Quedan muchas cosas que ver y muchas caras que cruzarme en el metro y a cada paso que doy me encuentro con nuevos rincones que conocer.  Es lo que pasa cuando te enfrentas a una ciudad nueva en tu vida.  Hoy, he estado en varios barrios que me han hecho sentirme más en mi casa.  Definitivamente, el centro no es para mí.  Ni el de Madrid ni el de ninguna ciudad.  Hablaba el otro día del agobio de los turistas.  Yo soy uno más, sí; pero todavía no me ha dado por ver las cosas que ven los turistas.  No paseo por Castellana embobándome con la Cibeles, no quiero ir al Museo Reina Sofía, ni tampoco me interesan nada los chavos que venden barquillos en Preciados, que por cierto, aún no he visto ninguno.  No me interesa lo más mínimo pasear por la Plaza Mayor ni comer en el McDonald's.

No.  Me quedo con los barrios, me quedo con las paradas de metro remotas y con la gente que lo espera en ebullición.  Me quedo con las imágenes más cercanas a la realidad que viven los madrileños.  Quien viene a una ciudad y ve sólo el centro es quien no visita la ciudad.  Ciertamente, no creo que ver el Pilar, la Seo y la Aljafería (o la Expo) sea ver Zaragoh2no!za.  No ha visto la ciudad quien no se ha tomado una cerveza en algún barrio, sentado en una terraza, viendo a la gente en su bullicio cotidiano.  Y eso es lo que tiene de bonito ver otras ciudades.  Convivir con las realidades diarias, con la pareja que discute en Hortaleza o con quien se levanta a las siete de la mañana para ir a locutar por cero euros a una emisora en la otra punta.  Sólo así se conoce la ciudad.

PS: Pese a todo, quizá mañana me dé por visitar algo turístico.  Que si no a uno le llaman provinciano. 

Lo que diga Machado

Lo que diga Machado

Algunos colegas castellanos dicen que Madrid es Castilla, así que por simpatía vamos a decir que sí, que lo es, pese a que la realidad y la experiencia digan lo contrario.  Dicen que la Esperanza, así con mayúsculas, es lo último que se pierde, aunque en este caso, por Esperanza puede entenderse otra cosa y la Esperanza puede convertirse más en un suplicio que en un beneficio.  El caso es que esas hermosas tierras de Castilla que ayer mismo recorrí en un perdido regional, me están seduciendo más de lo que parecía en un principio.  Su intenso color amarillo que sedució a Machado, sus pueblos lejanos entre sí, pero a la vez cercanos en sentimiento, en definitiva, su extraño aroma vacacional en este agosto alargado más de la cuenta, se me han metido hasta las trancas.

Ahora, se me hace raro mirar por la ventana y ver la calle, escuchando Mallacán, pese a que podría perfectamente estar en alguno de esos nuevos barrios desconocidos para mi y que están en mi misma ciudad.  Algunas matrículas de Madrid delatan la verdad.  Hoy, la Jungla.  Madrid es agobiante hasta en verano.  Cuando no es el vertiginoso ritmo de la ciudad es la velocidad de los turistas, echándose fotos en Sol o peleándose con sus maletas en algún hostal de la Gran Vía.  Los barrios, eso sí, son otra cosa.  Vallecas y Chueca transmiten tranquilidad, pese a las bocas de metro cada cinco minutos de esta endiablada -y vaga- ciudad.

Nunca había pasado más de 12 horas seguidas en Madrid.  Sí en la Comunidad, pero no en Madrid.  Hoy, Metrobús en mano, he recorrido una pequeña parte, de arriba para abajo, pasando por delante de multitud de edificios, observando algunos pequeños detalles y mirando escaparates.  Pero también hablando con la gente y sintiéndome parte de esta ciudad que dicen que es de todos, de esta ciudad de las multitudes y de la diversidad.  Capital de las capitales, en definitiva.  Nadie se puede sentir extraño en una ciudad en la que todos son extraños.  Es esa realidad que los que vivimos en las capitales de las provincias no entendemos.  Y es que, lo queramos o no hay una realidad: todos los pueblos, ciudades y naciones de la península convergen en Madrid y se juntan con las personas que han decidido que este terruño africano por debajo de los Pirineos sea suyo también.

Y esa es la verdad madrileña: ecuatorianos haciendo parkour casi de madrugada, chicos abrazados a sus novios en pleno centro, familias africanas enteras compartiendo vagón de metro con chinos y musulmanes.  Realidades que se viven también en las provincias, pero que en Madrid se hacen cotidianas y se abrazan con la normalidad, la misma con la que un chaval se lía un porro en pleno corazón de Vallecas mientras una mujer de unos 80 se toma una cerveza en la terraza.

Y es que en el fondo es cuestión de mentalidad.  Si la ciudad hablara, si la ciudad opinara, independientemente de sus habitantes, Madrid lo tendría claro.  Madrid daría mil vueltas a muchos teóricos acerca de la sociedad y de la diversidad, Madrid realmente sería moderna -porque sin duda, Madrid es mujer- y progresista.  Pero claro, Madrid no es tu casa.  Para lo bueno y para lo malo.  Madrid no es tu casa y nadie mejor conoce los trapos sucios que quien los vive.  Pero tampoco Madrid es tu casa para disfrutarla día a día, para hacer de la impresión de un día la impresión de una vida.

Y es que, en el fondo, Mallacán sigue sonando en el MP3.  Y uno no deja de vivir su día a día en el pueblo más grande -y digo pueblo, no ciudad- del Estado.

Hace un año en ro* >> Soy una vaca

Fin de semana con Rousseau

Fin de semana con Rousseau

Ayer por la tarde volvi a mi rincón olvidado del pueblo, y volví a ver el campo arado que había visto en abril, espero que con la cosecha ya recogida, como significando que alguien ha hecho más trabajo que el que yo no he hecho. La verdad es que últimamente estoy pensando muchas cosas y ayer, en mi rincón llegué a algunas conclusiones.

Yo siempre he confiado en la bondad de las personas, en que el ser humano es bueno por naturaleza, así, en plan Rousseau, cuando todo el mundo sabe que el romanticismo está más muerto que el mismo Dios que los ilustrados del XIX fusilaron. Matar a Dios para intentar alzar un humanismo desnaturalizado y que el propio capitalismo enseguida se encargó de fusilar con más ímpetu si cabe. Estaba claro entonces que el ser humano no era bueno por naturaleza, salvo que esa naturaleza fuese divina. Por eso me resisto a asesinar por doquier, aunque no sea por ganas. Pero bueno, que me voy, que este no es el tema...

Estaba en que confío en la bondad de las personas, por eso quizá, cuando menos me lo espero, ato cabos y me doy cuenta de que seguir encerrado en las mismas historias y personas no hace sino convertir mi vida en una de esas enredaderas que se enroscan a los árboles hasta casi ahogarlos y perturbar su vida para siempre. Claro que a veces a uno le da por ponerle nombres y apellidos a las enredaderas y liar el asunto bastante más.

Quizá sí que ya sea hora de pasar página a muchas cosas, de poner los pies en el suelo y convertirse en un árbol carnívoro, de esos que abren sus preciosas flores para luego cerrarse al paso de los moscones y alimentarse de su sangre. Pero es que tampoco quiero eso para mi. Ir de destroyer por la vida nunca fue lo mío, porque ni sirvo ni me parece lo correcto.

Claro que siempre uno puede hacer borrón y cuenta nueva y buscar nuevas personas, sin permitirles en ningún momento enredarse de nuevo al árbol. Porque es que uno peca mucho de idealista y, por ello, también de gilipollas.

Así que se acabó, se acabó de hacer el gilipollas por el mundo, se acabó de confiar en la bondad de la gente y se acabó de creer en las cosas a ciegas. Que luego nadie va a ciegas y todo el mundo está interesado en algo. Y claro, uno es que no se da cuenta hasta que no le cogen el teléfono en tres semanas...

Como tres poderosos reyes

Como tres poderosos reyes

Día 24 de mi odisea pirenaica, sentado frente a mi ordenador. Último día. La provincia de Uesca ya vuelve a quedar lejos, lo pongas como lo pongas. Y como los tres poderosos reyes que partieron peras al fondo de la Val d'Ansó, uno ya se siente dominador de si mismo y de algunas circunstancias de su vida. Como tres poderosos reyes.

La Mesa d'os Tres Reis, Hiru Eregeen Mahaia, con mucha dificultad (¡gracias Fede!) pero -casi- alcancé el día 6 de julio la más temida cima del valle y considerada la de mayor altitud de Euskal Herria con un grupo de chavales que me transmitía sentimientos contrapuestos. Por un lado alegría de estar con algunos y algunas que has visto crecer y cambiar, para bien y para mal; por otro lado, dolor y cansancio, por otro tedio y agonía, pero también sentimientos de estar abriendo caminos con chavales de Mali, de Marruecos, de Bulgaria y de Aragón. Contrapuestos sentimientos que me hicieron sentir como tres poderosos reyes. Completo. Tan completo como me ha hecho sentir esta última semana en Botaya con otros reyes que se han hecho un hueco en mi vida últimamente.

Sí, Zaragoh2no!za puede convertirse en un anexo pirenaico siempre que se quiera, en el fondo, formamos parte del mismo sistema fluvial, que geográficamente es lo importante. Sólo hay que proponérselo. Aunque la ciudad ha cambiado desde que me fui, no en su fisionomía, pero se avecinan tiempos revueltos. El Hay Untamiento ya no es lo que era, y no sólo por los sueldos de los concejales subiendo a ritmos desorbitantes, sino también por los cambios de las urnas después del 27 de mayo. Juventud ya no es una delegación más, ahora está integrada en Acción Social y el Mayor, que depende del Área de Presidencia y Acción Social, en manos del PSOE, al igual que el Instituto Aragonés de la Juventud y, además, según parece ser, el Distrito de San José lo presidirá amigablemente el Partido Aragonés. IAJ, Ayuntamiento y Distrito Municipal, como tres poderosos reyes. Pero tiranos. Y espero equivocarme.

En fin, que vuelvo a la ciudad contrariado, pero como decía aquella canción, sin mirar atrás, pero sin ganas de olvidar.

Telegrama lunático (de lunes)

Las resacas ahora duran más, no sé si ya por las horas sin dormir, el garrafón o porque uno se va haciendo mayor. Stop.

O por las tres cosas. Stop.

El caso es que ayer pasó esto y no abrí la boca... Pero la abriré, supongo. Más que nada por esto otro. Stop.

Yo, mientras, me dedico a programar campamento. Stop.

Y si soy malo, a pensar en el equipo de monitores:

Stop.

Hace un año en ro*: Hay que ver cómo está el centro.