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Rincón Olvidado

No es justo

No es justo

Mar Herrero es concejala de Juventud del Ayuntamiento de Zaragoh2no!za. Su trabajo ha dado brillantez a una de las delegaciones más olvidadas de la ciudad, la ha catapultado a los periódicos, le ha dado importancia a los jóvenes de la ciudad y ha puesto en marcha proyectos muy interesantes como la Harinera y la Azucarera, convirtiendo dos espacios industriales urbanos abandonados en equipamientos ciudadanos para los jóvenes de Zaragoh2no!za.

Ayer, la Chunta aprobó en su Comité Nazional las listas definitivas para las Cortes de Aragón y para el Ayuntamiento de la capital. A Mar se la han comido. La han trasladado del Ayuntamiento a las Cortes, han lapidado su insigne labor de concejala, la mejor labor realizada en Juventud en la Historia de los Ayuntamientos Democráticos para buscarle un segundo plano político en el Parlamento.

Además, Mar es Vicesecretaria General del partido. Una mujer, que se lo ha ganado a pulso con el trabajo diario. ¿Así se lo agradecen? No es justo que una mujer trabajadora como Mar se vea castigada de estas maneras, no renovándole delante de una concejalía a la que le había insuflado un soplo de aire bien fresco.

Un movimiento así no se entiende, a no ser que tengan un puesto para ella en Madrid para 2008, cuando Labordeta se jubile. O, a no ser, que no haya tragado con muchos de los cambios que desde el Grupo Municipal de Chunta se están fraguando en esto de la política.

Deplorable, esto de la política, señores...

1 comentario

Alber -

Luego nos venden el pasotismo y la ignorancia juvenil, la necesidad por lo innecesario y la despreocupación que arrastramos por cualquier cosa. Muchos creen que nuestra generación no es más que los rescoldos de otra: en los 70 se reivindicaba; en los 80 se transgredió para que la sociedad avanzase; los 90, con el auge de la cultura punk,no encontraban cambio posible y se cernían en la destrucción y autodestrucción; por lo que muchos creen, que nosotros, los de ahora, hemos comprendido que no conseguimos nada con la destrucción (y auto) y no intentamos avanzar.
Pero resulta que creemos en la imperfección perfeccionable, y pocos creen que creemos en ella. Si nos los quitan, adiós muy buenas que todo termina aquí.
Esperemos para valorar lo siguiente. Evitemos comparaciones: quizá todo avance hacia mejor.

¡Un abrazo!